Hoy se conmemora un nuevo aniversario del fallecimiento del General José de San Martín. Por esto, nos pareció ideal contar la historia de cuando el Libertador se alojó en el Gran Hotel de la Minerva, en nuestra querida Roma. También, enumeramos otras estatuas y placas que existen en su honor alrededor del mundo. ¿Sabías que San Martín es uno de los próceres que más estatuas posee en el mundo?
La placa de San Martín en el Gran Hotel de la Minerva
Luego de varias horas de caminata por la bella Roma, al doblar en una esquina encontré una pequeña plaza con una estatua en el medio. Era Piazza Della Minerva, la estatua que la adorna posee tres escalones en los cuales me senté a descansar. Mirando hacia el frente, contemplaba la señorial fachada de un hotel que se encuentra ahí mismo, el Gran Hotel de la Minerva. Momentos después, detuve la mirada en la placa ubicada justo al lado de la entrada principal, y me sorprendí alegremente al leer: “Aquí se alojó en febrero 1846 el General Argentino Don José de San Martín. Libertador de la Argentina, Chile y Perú”.
La historia del Gran Hotel de la Minerva
El palacio que alberga al hotel fue construido en 1620 para una familia aristócrata de Portugal, Los Fonseca. A principios del siglo XX se vendió a la familia Suave, de origen francés, quienes convirtieron el edificio en un hotel de lujo. Gracias a su proximidad al Panteón y al Parlamento, el hotel ha sido el lugar escogido por muchos artistas, aristócratas adinerados, eclesiásticos e intelectuales. De este modo, a lo largo de más de 200 años, el hotel alojó a personajes históricos como el Papa Pio IX, Pablo Picasso o nuestro querido Libertador San Martín, entre otros.
La estadía de San Martín en el Gran Hotel
Según el historiador Daniel Balmaceda, a fines de 1845 San Martín decidió viajar a Italia en busca de mejor clima. A los 67 años de edad, su estado de salud era muy frágil. Viajó desde Francia a Italia junto a su mucamo, quien cuidaba de él. Primeramente, arribaron a Nápoles y dos días después, el 27 de diciembre de 1845, se dirigieron a Roma. Se hospedaron en el Gran Hotel de la Minerva. Allí se sumó Gervasio Antonio de Posadas, nieto del Supremo Director y pariente de Carlos T. de Alvear, antiguo camarada de San Martín. El General dio instrucciones a Posadas de cómo actuar en caso que surgiera algún problema de salud.
Una noche de febrero de 1846, el mucamo de San Martín golpeó la puerta del cuarto de Posadas anunciando que el General había muerto. Posadas corrió al cuarto del Libertador y lo vio tieso en la cama. Rápidamente buscó en la maleta de San Martín una medicina y se la inyectó en el cuerpo inmóvil. El general volvió en sí ante la sorpresa y alivio de los presentes. Había sufrido un ataque de epilepsia que lo dejó tendido y con los signos vitales disminuidos. Después de este episodio, el viaje por Italia continuó sin alteraciones graves de salud. Visitó las ciudades de Pisa y Florencia.
Este fue un último renacimiento en el estado de salud de San Martín. Finalmente, el Libertador murió cuatro años después, el 17 de agosto de 1850 en Boulogne Sur Mer, Francia.
San Martín por el mundo
En distintos lugares del mundo fuera de Argentina existen monumentos que recuerdan al glorioso Libertador. En países como Chile, Perú y algunos otros de Latinoamérica, podríamos decir que es más común ya que, sus historias están estrechamente vinculadas a este gran prócer.
Lo curioso y sin dudas algo para sentirnos orgullosos, es el hecho de encontrar monumentos en lugares tan insólitos como por ejemplo en Armenia y China. En Europa podemos apreciar estatuas de San Martín en emblemáticas ciudades como Berlín, Madrid, Viena, Londres, Barcelona, Bruselas y Sevilla. Así como también en Norteamérica: Washington, Nueva York y California. Incluso en Ottawa, la capital de Canadá. Muchas más en países centroamericanos, y en nuestros vecinos, como Bolivia, Paraguay Y Brasil.
No quedan dudas de que San Martín encarna la figura patriótica más importante de Argentina y así lo recordamos en el aniversario de su muerte.
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