Cada día con nuestro desayuno, al encender la televisión, recibimos la visita de Luciana Campigotto, la periodista peregrina que recorre cada tramo de la Ciudad y sus alrededores todas las mañanas. Con su simpatía y alegría nos cuenta el significado de combinar lo profesional y lo personal siendo una figura pública.
Luciana Campigotto, la comunicadora
Luciana vivió casi toda su vida en la bella localidad de Russell, Maipú entre viñas y frutales que cuidaba su papá. Siempre supo que quería estudiar algo relacionado con lo social, pero no sabía bien qué. De a poco, la vida la fue acercando a la Comunicación y aunque el campo es muy amplio, la decisión estuvo ayudada por un curso de orientación vocacional que realizó en la secundaria. Finalmente se recibió de Licenciada en Comunicación Social, en la Universidad Nacional de Cuyo. Para ella fue una gran elección de vida.
El salto a la TV de Luciana Campigotto
Por pura casualidad Luciana logró hacer su entrada en la televisión. Luego de realizar sus prácticas profesionales en la LV10, por recomendación de una profesora, ingresó como productora en la 100.9, la Estación del Sol. Allí trabajó varios años. De ahí se mudó al Canal 9, primero como productora del noticiero de la medianoche y después del noticiero de la primera mañana. Cuatro años más tarde le tocó remplazar a un compañero de vacaciones, saliendo por primera vez al aire y desde ahí no paró nunca más.
Una mujer del siglo XXI
Luciana es profesional, esposa y madre. Combina su vida personal con la exposición pública de su profesión. Cuando vemos a los periodistas en la televisión nos resulta difícil imaginarlos fuera de su rol. Sin embargo, Luciana nos cuenta que lo lleva de forma natural, como cualquier madre profesional, como cualquier trabajo que está a la vista de todos. Ella busca que sus hijos vean su trabajo como el de cualquier otra mamá. Ellos mismos le hacen la pregunta: “¡¿sos famosa mamá?!”, a lo que ella responde que no, que es periodista.
La exposición le resultó raro al principio, aunque dice ser tímida, la ‘careteó’ bastante bien hasta que se acostumbró. Lo más significativo para ella es como el televidente se siente un amigo más, “es muy lindo recibir ese afecto”, nos dice. Esta amistad se debe a la cercanía que la televisión produce con las personas.
La esencia tana
Por parte del lado paterno, sus nonni llegaron desde Italia en su adolescencia y formaron su hogar en Mendoza. Le heredaron a toda la familia el adjetivo de ser “tanos”: la gran familia, el gran almuerzo de los domingos, las charlas eternas, los debates de la sobremesa y las risas. Esta esencia influye y marca su día a día, la forma de encarar la vida. Considera que es imposible despegarse y separarse de los orígenes cuando son tan fuertes.
Y vos, ¿seguís a Luciana Campigotto en la televisión mendocina?
Gracias por tu nota.