La Payunia es una región que se ubica al sur de Mendoza, en el departamento de Malargüe. Es una de las zonas con mayor concentración de volcanes del planeta: tiene más de 800 volcanes contados (de los cuales no puede afirmarse que sean la totalidad). Posee, en promedio, 10,6 volcanes cada 100 km cuadrados.
Se trata de un lugar único y de un paraíso para los expertos. Esta reserva natural atrae a geólogos y vulcanólogos de todas partes del mundo, por su cantidad y variedad. Muchos de ellos sostienen que un escenario parecido solo se lo puede encontrar en Islandia, Hawai o, quizás, hasta en el planeta Marte. Por todo esto fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Mundial Natural.
La Payunia, tierra de volcanes y otros atractivos turísticos
Muchos la definen como un desierto negro, que nació por la fuerza de los volcanes. Es lo que quedó tras la inundación de grandes mantos de lava que modeló este paisaje semilunar millones de años atrás. En él se destacan el volcán Santa María, el Payún Liso y el Payún Matrú; los dos últimos de casi 4.000 metros de altura.
Se suelen ofrecer caminatas, cabalgatas y travesías en 4×4 en un paisaje alucinante marcado por el característico suelo negro y vigilado por cerros rojizos.
El significado de Payunia
Su nombre proviene de su pueblo originario el pehuenche. El “payen” se refiere al lugar donde hay mineral de cobre. Las coladas de basalto de diferentes colores le imprimen una belleza muy singular. La Payunia contiene además los rastros de uno de los “ríos de lava” más extensos del mundo. Sus 180 km llegan incluso hasta territorio pampeano.
Cómo visitar la Payunia
Se debe ingresar acompañado de un guía habilitado o contratando la excursión en una de las agencias de viajes y turismo habilitadas, ya que no está señalizado y el camino es apto solo con vehículos altos.
Los recorridos se hacen todo el año, si el clima lo permite, y duran unas 12 horas. Es necesario llevar ropa y calzado tipo trekking.
No todo es lava: la flora y la fauna
Si bien su principal atractivo son sus grandes planicies de lava negra, que provocan la sensación de estar visitando un planeta desconocido, estas no lo son todo. Que haya mucha lava no significa que no haya vida. La fauna del lugar reúne al menos 70 especies distintas y 37 son consideradas con alta probabilidad de avistamiento. Entre ellas, encontramos el cóndor, puma, choique, águila mora, zorros y guanacos. Por otro lado, la Payunia es rica en algarrobos, paragüilla, jarillas, coirón, melosa, matorrales, colimamil y retamillo.
Un volcán-laguna
El titán del Campo Volcánico Llancanelo es en realidad una
laguna: la famosa laguna de Llancanelo. Se trata de un vasto humedal que desafía al desierto con su bello espejo de agua rodeado por volcanes y con una fauna única. La Laguna de Llancanelo se alimenta del deshielo de la Cordillera de los Andes, a través del río Malargüe.
Entre las 150 especies de aves que la habitan podemos mencionar los flamencos, cisnes de cuello negro, gaviotas y garzas, entre otras aves migratorias. Alrededor de la laguna se pueden encontrar nutrias, peludos y la rara vizcacha del salar. Lejos del agua y cerca de las coladas y mantos de lapilli, se pueden ver reptiles, guanacos, choiques, piches, pumas y zorros. Y, si miramos hacia el cielo y tenemos suerte, quizás nos crucemos con un cóndor.