Valle del Sol es uno de los lugares más pacíficos dentro de las villas de montaña de Luján de Cuyo, al oeste de Mendoza. Está ubicado a la vera de la ruta provincial 89, próxima a Tupungato. Allí, la mayoría de los residentes y turistas disfrutan de paisajes inigualables y una tranquilidad única. Valle del Sol es el lugar ideal para pasar un fin de semana placentero lejos de la contaminación visual y auditiva de la ciudad.
Los cerros están tan próximos a las cabañas y residencias que es imposible resistirse al placer de escalarlos y explorar los alrededores. Además, durante gran parte del año, las temperaturas no superan los 20 grados, por eso, este lugar un paraíso para los amantes del frío. En esta nota te contamos qué podés hacer en Valle del Sol y por qué no deberías dejar de visitarlo.
Caminatas y las cabalgatas a la vera del río, una experiencia única
Valle de Sol está atravesado por el Río Blanco. Este cauce es uno de los más importantes de la región y también de la provincia, ya que abastece de agua potable al Gran Mendoza. Las cabañas y residencias dentro de Valle del Sol están muy próximas a él. Por eso, uno de los principales paseos consiste en recorrer el río a pie o a caballo y descubrir la flora y fauna del lugar. Dependiendo de la hora del día pueden verse diferentes especímenes de animales como liebres de montaña, cobayos y zorros. También, suele haber tropillas de caballos recorriendo la zona. Por el exceso de agua proveniente de las abundantes lluvias y el río la vegetación y las flores son abundantes. Quienes visitan Valle del Sol suelen tomarse fotos entre los vivos tonos de violetas, amarillos y verdes de las flores y los árboles.
Entre panes y chocolates
Valle del Sol suele ser una zona muy lluviosa. En verano, las precipitaciones allí pueden durar hasta una semana. Próxima a la entrada de la villa existe una chocolatería de estilo alpino donde se pueden degustar tortas y waffles acompañados de café o chocolate caliente. El espacio suele estar abarrotado de turistas durante todo el día. Por eso, también se pueden comprar panificados y porciones de tartas para llevar así como también chocolates artesanales al peso. Dentro de uno de los salones, también hay una galería en la que se pueden adquirir productos regionales, artesanías, dulces y alfajores premium. Las proveedurías de la zona también venden exquisitos panes saborizados, tortitas con chicharrones y bollos de zapallo, todos de elaboración propia.
Trekking por los cerros en Valle del Sol
En Valle del Sol, los cerros más cercanos no son de gran altura y no presentan un gran desafío ni para escaladores amateur ni para caminantes ocasionales. Por eso, ir a escalar o hacer trekking por alguno de ellos puede ser un paseo individual o para toda la familia. Desde las cimas se puede apreciar la vista de la villa y la vegetación así como también tomar fotos únicas de las nubes sobre las montañas. El escenario y las vistas son fantásticas. En algunas ocasiones, como los cambios de fase lunar y otros eventos astronómicos algunos grupos de personas, aprovechando la tranquilidad del lugar, muchos practican yoga y meditación en lo alto de los cerros.
¿Cómo llegar a Valle del Sol?
Las dos formas más usuales de llegar a Valle del Sol son en auto o en colectivo. Para llegar en auto desde el centro, el camino más rápido es por la Ruta Nacional 40. Desde allí hay que circular en dirección hacia Luján de Cuyo. Después, hay que tomar la Ruta 7 en dirección hacia El Salto y seguir hasta Avenida los Cóndores, la primera parte de la Ruta Provincial 89. A partir de allí, se deben recorrer 17 kilómetros en dirección por la ruta hacia Tupungato. Allí, uno de los primeros carteles que se verá dice en letras de madera “Bienvenidos al Valle del Sol”. En colectivo, lo habitual es salir desde la Terminal de Ómnibus de Mendoza y tomar la línea 405 que va desde Mendoza a Piedras Blancas. La de Valle del Sol es la penúltima parada hasta antes de terminar el recorrido.
Autora imagen de portada: Victoria Bibiloni
¡Genial para descansar!
Sí, es increíble la tranquilidad que hay ahí 🙂
La chocolatería de ahí es lo más!!
¡Qué hermoso lugar! Me gustaría poder visitar nuevamente la provincia. ¿Alguien más tuvo la oportunidad de viajar a Mendoza? Si es así… ¿Les gustó? Los leo.