Martín Orozco tiene una misión muy similar a la de itMendoza: se dedica a “contar” nuestra ciudad a través de retratos fotográficos de las personas que la habitan. Gracias a su Proyecto 365, el fotógrafo Martín Orozco se ha ganado el reconocimiento de todo el país e incluso del mundo. ¿Cuál es el factor común de los retratos que integran este proyecto anual? Que son de personas que realmente inspiran. Por esta razón, itMendoza entrevistó a Martín Orozco, en el marco del Día Internacional de la Fotografía, que se celebra cada 19 de agosto.
Martín Orozco, el fotógrafo de los pequeños grandes héroes
Es frecuente escuchar que actualmente vivimos una doble vida: la “real” o de carne y hueso y la virtual, es decir, la de las redes sociales. Esto ha habilitado que ciertas personas sostengan que existen algunos usuarios de redes sociales que son dos personas totalmente distintas en las redes y en la vida real. Pero este no es el caso de Martín Orozco. Martín es, en persona, si esto es posible, exactamente igual a como se lo pueden imaginar a través de sus perfiles de Facebook e Instagram.
Martín Orozco es más que un fotógrafo “de moda” y un influencer. Es un comunicador innato, alguien que quiere inspirar a los demás publicando fotos e historias de personas que lo motivan a través de sus pequeñas y grandes acciones.
De hecho, en 2017, fue nombrado “Joven Mendocino Destacado” por el Consejo Empresario Mendocino, en la categoría Liderazgo y Logros Culturales. Obtuvo este importante reconocimiento gracias a su Proyecto 365 (una foto diaria durante todo un año).
Sobre el Proyecto 365
Lo interesante de su trabajo no es solo la calidad de sus retratros y su capacidad para detectar y transmitir qué hay detrás de los ojos que fotografía, sino qué tienen por delante: qué miran a partir de lo que ya han visto, qué sueñan, hacia dónde van luego de transitar por donde ya estuvieron. Y esto lo logra no solo con su excelente manejo de la luz, sino con los atrapantes textos que acompañan cada retrato.
Martín Orozco apunta contra el “exitismo” que suele reinar nuestra sociedad. “Para mí, mi amigo que se recibió de ingeniero en tiempo récord, trabajando y bancando a sus padres es un verdadero héroe”, declaró.
Sus amigos suelen acusarlo de ingenuo y le dicen: “Para vos, todos son buena gente”. Y así es efectivamente para Martín Orozco: “y sí, por eso los elijo. Porque me enamoran de alguna forma, desde el mozo que atiende siempre con una sonrisa hasta las personas que ayudan a otras”.
Podríamos decir que el Proyecto 365 de Martín Orozco va a contramano de la tendencia de las redes sociales, en tanto que privilegian las imágenes y no la palabra escrita. Martín Orozco escribe “lo que le sale”, lo vomita, no corrige. No tiene grandes pretensiones literarias; se conforma con ser claro: “La claridad es la cortesía del filósofo”, afirma.
Si bien asegura que la escritura es la tarea que le resulta más difícil, sus textos logran atrapar a los lectores por su frescura y por su capacidad para ubicarnos en el contexto de la foto del día y adorar a las personas y paisajes que retrata.
La fotografía según Martín
“La fotografía es una forma de contar historas y transmitir la esencia de las cosas. La cámara es solo un instrumento. Es la cultura y el ojo del fotógrafo la que es capaz de transformar algo en un segundo”, definió.
Para Martín, “una buena foto es aquella que se toma en el momento justo, con la iluminación justa y con sentimiento”.
Cuando se le preguntó en qué no se fija al momento de tomar un foto respondió: “no me fijo en la belleza superficial clásica. Busco el punto interesante de cada persona o cosa, las veo como un todo y trato de descubrir su belleza intrínseca”. De hecho, una de sus fotos preferidas es la de un interruptor de luz. “Me gusta contar historias desde cualquier cosa. Con la fotografía se aprende a mirar de un modo distinto”, reflexionó.
Contar la historia de Martín no hubiera sido posible sin la creación del daguerrotipo, el principal precursor de la fotografía actual, el cual fue presentado hace exactamente 180 años por el inventor Louis Daguerre.
