La puesta de sol es un momento de particular belleza, más aun si podemos apreciarla en contacto con la naturaleza. El atardecer en el Gran Hotel Potrerillos ofrece una experiencia de relax y confort en un entorno único de montañas, espectaculares vistas al dique y una atractiva propuesta gastronómica. Si amas il tramonto in natura, ¡este lugar es para vos!
El Gran Hotel Potrerillos
Este hospedaje emblema de Potrerillos se encuentra ubicado a 80 km al sudoeste de la ciudad de Mendoza. Se trata de un predio de 14 hectáreas; posee 34 habitaciones y capacidad de 120 cubiertos en su restaurante. Además de espacios para la recreación como la piscina rodeada de viñedos, canchas de tenis, bocha, fútbol, juegos de niños. El complejo en su totalidad permite realizar reuniones, congresos, eventos sociales y corporativos en general.
El plan
Para tener la experiencia de un atardecer en el Gran Hotel Potrerillos no es necesario pernoctar en el mismo. Podemos igualmente disfrutar de sus jardines y de los sabores irresistibles del restaurante realizando una visita por el día.
Una opción puede ser pasar el día completo desde el almuerzo. La comida es gourmet destacando en cada plato sabores de la cocina regional mendocina y argentina, acompañados de una excelente selección de vinos. Luego del banquete podemos permanecer hasta la puesta de sol. ¿Cómo? Disfrutando del paisaje, descansando en el césped con una copa de vino al mejor estilo picnic, o en los confortables sillones del jardín que habilitan la más placentera siesta.
Otra opción es llegar directamente al horario de la merienda. Aquí la cafetería es protagonista con sus exquisiteces de panadería y pastelería y un desfile de jugos detox de variados colores.
Un edificio con historia
Tanto el edificio como la zona donde ésta ubicado son símbolos tradicionales de la provincia. El complejo edilicio posee un importante valor arquitectónico, originario de 1942, por lo que es una obra que refleja la época en la que fue diseñada.
La construcción del Gran Hotel de Potrerillos comenzó en 1940. Fue diseñado por el arquitecto Arturo Civit y construido por el Estado Provincial a través de la empresa José Cartellone. El 25 de enero de 1942 fue inaugurado. Pero un cuarto de siglo más tarde, fue cerrado por la lentitud en las obras viales de la zona y el deterioro mismo de la infraestructura, entre otros factores que incidieron para que el hotel fracasara económicamente.
Tras grandes inversiones, tuvo su reapertura en 1971 y funcionó hasta 1990, cuando la empresa concesionaria quebró.
Su arquitectura
El arquitecto Civit creó un hotel de estilo colonial, español y californiano. Imaginó detalles rústicos que aportan singular belleza, como los arcos de medio punto, las tejas, los muros blancos con cierta textura bolseada, piedras irregulares en ciertos sectores y las caladuras en algunos muros del edificio. Esta rusticidad, que nada tiene de pobre, se adaptaba perfectamente a las características de la provincia en cuanto al clima, topografía del suelo, luminosidad de la región y resistencia a sismos, típicos de la zona.
Reapertura de Gran Hotel Potrerillos
En 2016, luego de años de permanecer cerrado y de frustrados intentos de apertura, el establecimiento reabrió sus puertas. Lo inscribieron bajo la categoría de Hotel boutique de 4 estrellas.
Los arquitectos que llevaron a cabo la obra de renovación tuvieron como impronta respetar el estilo original californiano. Las aberturas de madera y el pórtico de la entrada principal se mantuvieron. Los vitraux y pisos de madera en las escaleras fueron restaurados.
El resultado fue una combinación perfecta entre lo antiguo y toques modernos a través del mobiliario elegido y la redimensión de aberturas que permiten una construcción de 360°, bella por donde se mire.
La implantación de vides sin dudas fue un total acierto; creando un paisajismo único de montaña, dique y viñedos que representan la bella provincia en la que nos encontramos.
Imagen de Portada: Florencia Medina
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