Mendoza fue la verdadera cuna de la independencia sudamericana del dominio español. La nueva ciudad partner de italiani.it ocupó un rol crucial en la liberación de los territorios más australes del continente. En la siguiente nota, les contamos por qué y les presentamos una breve historia de Mendoza.
¿Por qué se dice que Mendoza es la cuna de la independencia?
En el período de las luchas por la independencia, Mendoza jugó un rol central y estratégico de la mano de Don José de San Martín. El Gobernador y General estableció en El Plumerillo la base donde organizó al Ejército de Los Andes.
Campo Histórico El Plumerillo. PhotoCredit: Municipalidad de Las Heras.
El Plan Continental de Independencia del Libertador exigía preparar un ejército pequeño pero bien disciplinado en suelo mendocino. Luego, sorprender al enemigo cruzando la Cordillera de Los Andes y una vez liberado Chile, reforzar las tropas con la incorporación de las del país trasandino. Desde el nuevo territorio libre, la estrategia se proponía avanzar por el Pacífico y atacar al Perú desde el mar y continuar la marcha libertadora hacia el norte.
San Martín fue capaz de conducir el ejército con todos sus materiales y bagajes, incluida la artillería, a través de un terreno totalmente inhóspito. Y no solo eso, sino que logró que la tropa, al final del penoso recorrido, estuviese en condiciones de luchar. Así se dio aquella gran batalla que el Libertador ya había previsto fuese en la Cuesta de Chacabuco. Este cruce andino pasó a la historia como uno de los hechos de armas más grandiosos que ha visto el mundo.
Sin embargo, la independencia no hubiera sido posible sin la colaboración de todo el pueblo mendocino y especialmente sus habitantes mujeres. Tal es el caso de las siempre recordadas Patricias Mendocinas, encabezadas por la propia esposa del Gobernador, Doña María de los Remedios de Escalada de San Martín; pero también muchas otras “anónimas” que aportaron ponchos, frazadas, pieles de carnero, monturas, espuelas y estribos, caballos y mulas. Además, donaron alhajas, dinero, esclavos, jabón y alimentos.
Breve historia de Mendoza
Pedro del Castillo fundó la ciudad en 1561 y la nombró así en homenaje al entonces Gobernador de Chile, García Hurtado de Mendoza. La antigua ciudad colonial se instaló en el Valle de Huentota, que significa “Valle de Guanacos“, sobre la base de los asentamientos de los pueblos originarios, los Huarpes. Los españoles descubrieron este lugar en 1551, cuando Francisco de Villagra volvía a Chile desde Perú. Desde este año, comenzaron a llevar a los Huarpes hasta Chile para que trabajasen como esclavos.
Guanacos en Villavicencio.
Tras la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, Mendoza dejó de depender de Santiago de Chile y pasó a la jurisdicción de Córdoba. Es que, durante la mayor parte del año, Mendoza quedaba aislada de Santiago de Chile por las nevadas en la Cordillera de Los Andes. Esto le daba la autonomía necesaria para comercializar directamente con Buenos Aires y el Litoral. Sin duda esto permitió que se constituyera como la “cuna de la independencia”.
Originariamente, la base de la economía mendocina reposó en una rudimentaria vitivinicultura y en las minas de plata de Uspallata. En 1861 un terrible sismo destruyó la ciudad y dos años después fue reedificada siguiendo los principios del urbanismo europeo.
El primer convoy de tren llegó desde Buenos Aires en 1885. Por ese entonces comenzaron a afincarse en Mendoza inmigrantes italianos y de otros países europeos que conformarían la casta de vitivinicultores y olivicultores que engrandecería a la tierra. Con el correr de los años, se sumó la explotación petrolífera a la vitivinicultura moderna, constituyendo otro pilar de la economía mendocina.
Santiago Apóstol, Santo Patrono de Mendoza
En Mendoza, el 25 de julio es feriado provincial en homenaje al apóstol Santiago «el Mayor». La creencia popular dice que si los mendocinos trabajan ese día y no concurren a la procesión, el santo ofendido provocaría temblores. Aunque no hay certezas sobre el origen de esta tradición, la verdad es que el discípulo de Jesús siempre fue señalado como protector de los temblores en la provincia. De hecho, el pueblo mendocino ha acompañado la imagen del Santo Patrono desde principios del siglo XVII por las calles de la ciudad cada 25 de julio.
PhotoCredit imagen de portada: Darío Giordano.
