La ebanistería es una rama de la carpintería que está centrada en la construcción, diseño y decoración de muebles. Durante la primera mitad del siglo XX miles de inmigrantes de origen italiano llegaron a Argentina a ejercer este oficio. Muchos de ellos, inclusive, trajeron sus máquinas en barco para replicar en el país la misma calidad que tenían sus creaciones en Italia. La llegada de estos profesionales tuvo un gran impacto en una Argentina que estaba empezando a crecer. Hoy te contamos un poco más sobre este arte de la madera y sus principales actores.
¿Cómo nació la ebanistería en Europa?
La palabra “ebanista” apareció por primera vez en Francia durante el siglo XVII y proviene de una especie de madera, el ébano. Desde tiempos ancestrales, esta madera se considera preciosa y refinada. Fue la Sociedad de Carpinteros francesa la primera que acogió a los ebanistas bajo la categoría de “artesanos de la madera” y creó el Jurande de Maestros Ebanistas. Así, se los comenzó a diferenciar de quienes solo se encargaban de trabajar piezas talladas en maderas más corrientes. Además de el ébano, los ebanistas realizan trabajos sobre otras maderas exóticas como el castaño, el nogal, el roble y el abeto.
¿Qué hace un ebanista y por qué es tan importante?
A diferencia de los carpinteros, los ebanistas producen muebles muy elaborados con base en técnicas muy específicas. Para ellos, cada pieza es única. Por eso, la aplicación de procedimientos como la marquetería, la talla, el horneado y la taracea de los muebles toma vital importancia. Al utilizar cada una de esas técnicas, los muebles que se obtienen son de mejor calidad y tienen un diseño singular que, en algunos casos, los hace objetos de colección. Para ser ebanista se requiere no solamente una gran práctica sino también la posibilidad de contar con conocimientos de geometría y trigonometría. Sin embargo, la herramienta fundamental de un ebanista es su gran inventiva e imaginación, ya que a partir de la madera en crudo elabora objetos únicos e irrepetibles.
La ebanistería en Italia
En Italia, los ebanistas, más que artesanos de la madera, son considerados artistas. Luigi Prinotto, Pietro Piffetti y Gabriele Capello, que pertenecían a la corte de la casa de Saboya, son tres de los más importantes. Mientras que en Lombardía, el nombre más resonante es el de Giuseppe Maggiolini, una figura trascendental entre los siglos XVIII y XIX. En la Italia del siglo XX muchos colegios, especialmente en la región de Piamonte, le ofrecían a los jóvenes la posibilidad de graduarse con el título de ebanistas. Para ellos, tener un oficio tras la posguerra fue fundamental porque les dio la oportunidad de ganarse la vida tanto en su país como en el extranjero.
Desde Italia a Argentina: los ebanistas que llegaron al país en el siglo XX
En los albores del siglo XX, Argentina era un país en plena expansión, mientras que Italia había quedado diezmada por las sucesivas guerras. En ese contexto, fue que se empezó a requerir la presencia de varones jóvenes que tuvieran un oficio y a los que se les pudiera ofrecer trabajo y residencia. Hasta 1960, muchos jóvenes llegaron a Argentina recién egresados de las escuelas técnicas y de inmediato comenzaron a trabajar en aserraderos, carpinterías y empresas constructoras. Con el tiempo, algunos de ellos, además, establecieron sus propias carpinterías y se dedicaron a equipar y amoblar construcciones o fabricar muebles a pedido.
La ebanistería en Mendoza
Muchos ebanistas italianos de no más de 18 años se asentaron en Mendoza y otras provincias y comenzaron a vivir a base de su oficio. Una vez aquí, ellos fueron los encargados de hacer los amoblamientos de conocidos edificios locales y de diseñar muebles exclusivos para los hoteles más caros. En Mendoza todavía quedan algunas ebanisterías, que aunque vieron mitigada su actividad por la profesionalización y mecanización de las técnicas, todavía diseñan piezas muy refinadas.
Con el fin de preservar el oficio, los Centro de Formación y Capacitación para el Trabajo de la provincia ofrecen el curso de ebanista profesional. Este curso, aparte de brindar una amplia salida laboral dura dos años, por lo que es una opción considerable para cada vez más jóvenes.
