La Castagnata es una clásica fiesta del otoño italiano, muy popular en la región del Piemonte en particular. La Sagra della Castagna (Fiesta de la Castaña) se festeja en todas sus provincias, pero la más importante es la Fiera Nazionale del Marrone, en la provincia de Cuneo.
En Mendoza, son justamente los descendientes de piamonteses quienes continúan con esta tradición. Desde hace 33 años, la Famiglia Piemontesa di Mendoza, realiza la tradicional Castagnata, a fines de abril o principios de mayo, en plena temporada del tan preciado fruto. Este año, lamentablemente, por primera vez debido a la pandemia, no se pudo realizar. Pero esto no quita que cada uno se anime a hacer su propia Castagnata en casa. Avanti!
¿Qué son las castañas?
La castaña es un fruto seco originario del hemisferio norte. El castaño produce un erizo y dentro de él, dos o tres castañas. Cuando madura, se abre y cae. Por esto, hay que tener mucho cuidado con sus espinas.
En Mendoza, toda la región del Valle de Uco es conocida por ser la zona donde se producen las castañas. Es una fruta muy nutritiva, alta en carbohidratos, grasas y proteínas, y por ende, hipercalórica, lo que la hace ideal para esta época del año.
Una costumbre muy italiana
En Italia, es muy común ver en las plazas a los carros castañeros con grandes asadores donde se van cocinando muy despacio para que no se quemen. Luego, se venden en conos de papel bien calientes. Cocinar o asar castañas es todo un arte y por tanto, observar el proceso es realmente un espectáculo, basta verlo para entenderlo. Los nonos antiguamente utilizaban una lata de dulce de batata agujereada. La ponían en las llamas mientras las hacían saltar para que se asaran en forma pareja.
Castagnata: la fiesta de la castaña en casa
Para poder tener la castagnata en casa no es necesario contar con un gran asador o la lata de dulce, basta con una sartén. Una vez que conseguimos en la verdulería las castañas, debemos hacer con mucho cuidado un corte pequeño en la cáscara (siempre del lado recto). Luego, colocarlas en agua para que absorban mayor humedad y no se quemen tan rápido al asarlas. Cuando se asan sobre fuego de leños, en algunos lugares de Italia se las rocía con vino tinto.
A continuación, se colocan en una sartén a fuego medio y se las va moviendo a medida que se va tostando la cáscara. Cuando se calientan, la humedad de la castaña produce vapor y pueden explotar, ¡a no asustarse! Solo quiere decir que no tiene vapor. Una vez cocidas, conviene colocarlas en una canasta y cubrirlas para mantenerlas calientes.
Con mucho cuidado, para no quemarse, se van pelando de a poco para sacar la cáscara asada y la cáscara interna. Ya están listas para comer. ¡Una delicia!
Con las castañas asadas, además, se puede hacer harina libre de gluten y, con ella deliciosos panes y tortas para acompañar nuestros desayunos o meriendas.
Otra forma de cocinarlas es hervirlas con sal y tallos de hinojo (que le da un sabor anisado). Quedan mejor si luego de hervirlas y pelarlas se las termina de cocinar con almíbar. Esta preparación es ideal para acompañar dulces como helados, mousse y por qué no, la panacota. Sin dudas es el postre perfecto para coronar la mesa del domingo.
