Marcelo Coltro: maestro de coro, cura y montañista italiano en Mendoza – itMendoza

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Historias Italianos en Mendoza

Marcelo Coltro: maestro de coro, cura y montañista italiano en Mendoza

Maestro - Fondo De Montana

Muchos en Mendoza lo conocen como maestro Marcelo. Otros tantos como padre Marcelo. En cualquier caso, como fundador y director por décadas del Coro de Niños de la Universidad Nacional de Cuyo, o como sacerdote, antes y después de la música, Marcelo Coltro encarna una hermosa historia repartida entre el ministerio y la música, entre el alpino Valle D’Aosta y la cordillera de Mendoza. Una vida signada por montañas, canto y sacerdocio.
“Soy el mayor de 6 hermanos. Empatamos: 3 hombres y 3 mujeres”, relata Marcelo en el living de la pequeña y confortable vivienda integrada a la nueva iglesia del Valle del Sol, en Potrerillos, provincia de Mendoza. Iglesia que lo cuenta como cura en los últimos años.
Marcelo nace en Pont Saint Martin, un pequeño pueblito en el Valle D’Aosta, la septentrional y hermosa región de Italia en los Alpes, cruzada por valles y cadenas montañosas.

Maestro - Libro Valle Daosta
Marcelo guarda entre sus recuerdos varios libros de su tierra italiana natal: el Valle de Aosta.

A los pocos meses, la familia Coltro, por el trabajo del papá, se muda a la cercana Cogne, próxima a la ciudad de Aosta, al pie del imponente macizo Gran Paradiso.
Por el oficio del padre de Marcelo, la fabricación de electrodos para soldadura, la familia se traslada a Longuelo, en las afueras de Bergamo, en la Lombardía. Allí Marcelo no extraña las montañas, con el telón de fondo del inmenso macizo ítalo helvético Bernina y el más cercano y emblemático monte bergamasco Pizzo della Presolana, donde incursiona en alguna furtiva y arriesgada escalada juvenil, a los 17 años.

Nuevos horizontes para la familia del Maestro

Decepcionado con el gobierno italiano de entonces, en 1952 papá Coltro se formula la posibilidad de buscar mejores horizontes en Australia, donde algún pariente italiano los recibiría. El familiar muere y el plan cambia hacia la exótica Sri Lanka (entonces llamada Ceilán), con sus playas y paisajes tropicales de ensueño. Más tarde el rumbo vuelve a variar, esta vez hacia la floreciente Sudáfrica.
La decisión de dejar Italia es firme. Pero los Coltro reciben el llamado de un tío que está en Argentina y trabaja en la empresa Techint, en una obra en Choele Choel, en la Patagonia. “Acá sobra la comida”, transmite, y los termina de convencer.

Maestro - Primer Plano
El padre Marcelo, toda una vida entre los valles alpinos de Italia y la cordillera de Mendoza.

Papá, mamá, Marcelo, los 5 hermanos y la abuela materna se embarcan en Génova en el vapor argentino “Corrientes”. Al cabo de un mes (luego de una escala en Río de Janeiro que los deslumbra) llegan a Buenos Aires, la de tantas historias y leyendas. El padre queda en la gran capital buscando trabajo. El resto de la familia viaja en tren hasta Choele Choel y se instala provisoriamente con el tío.
Marcelo guarda un cariñoso recuerdo de esa breve etapa, sobre todo la añoranza de montañas, ante tanto polvo y llanura. Al mes llega el esperado telegrama. El jefe de la familia consigue trabajo en su especialidad en una fábrica en Nueva Pompeya. Todos se reúnen en Buenos Aires para comenzar una nueva vida.

Pasan los años

Marcelo termina el colegio secundario y piensa en su futuro como arquitecto. O tal vez la música, que desde la cuna lo acompaña a través del amor de sus padres por la ópera italiana. En esos menesteres está cuando con un grupo de Acción Católica surge un viaje a Murialdo, en Mendoza. Marcelo queda impresionado y lo vive como un verdadero reencuentro con las montañas que tanto extraña.
En ese momento, un cura italiano de Murialdo le pregunta sobre sus futuros estudios. “¿Perché non vieni con noi?” lo sorprende. “Fue como un destello. Y dije sí”.
Así de simple se define la vocación sacerdotal de Marcelo. Comienza el noviciado cerca de Rancagua, en Chile. A los tres años los estudios lo llevan de vuelta a Italia, a Ponte di Piave, en el Veneto y a Viterbo. Villa Bosch en Buenos Aires, Morrison en Córdoba, y Villa Soldati en Capital Federal son sus primeros destinos.

Maestro - Iglesia Y Perro
El maestro y padre Marcelo en su iglesia del Valle del Sol, Potrerillos.

En esos años desempolva sus conocimientos musicales de la infancia, cuando sus padres le designaron un maestro particular para él y sus hermanos en piano y solfeo. Así va recuperando su destreza en el piano, y forma pequeños grupos corales, algunos parroquiales. Con ellos gana experiencia como maestro y moldea la que iba a ser su profesión de toda la vida.

Maestro de vocación

Estando en Buenos Aires, lo envían a Mendoza para asumir el Coro de Niños Cantores de Murialdo. Con esta agrupación importante incursiona en un repertorio clásico universal, aplica técnicas vocales de avanzada y concreta conciertos y viajes de importancia. Sin el apoyo que le garantizara una continuidad con progreso artístico, el maestro Marcelo pide “un año de reflexión”. Se siente apesadumbrado por no poder seguir adelante como se lo había planteado.
Deja el ministerio, y ese año se convierte en más de 30. Justo por esos días de 1974, la Universidad Nacional de Cuyo lo invita a crear un nuevo Coro de Niños Cantores. Varios chicos de Murialdo se suman al proyecto, más otros que se acoplan desde el ámbito universitario. Así logra formar una agrupación coral que con el paso de los años es reconocida internacionalmente como una de las más prestigiosas. Y además es escuela formativa de cientos de chicos mendocinos, muchos de los cuales desarrollan desde esa temprana experiencia una trayectoria artística profesional de relieve mundial.

Volver a las montañas

En paralelo con su trayectoria como maestro en el Coro de la UNCuyo, Marcelo construye su casa en el Valle del Sol, Potrerillos, al pie del majestuoso Cordón del Plata. Primero una pequeña casita alpina. Luego una más grande y cómoda donde disfruta la vida frente a las montañas, emulando el añorado Valle D’Aosta y los macizos bergamascos.

Maestro - En Su Casa
En la tranquilidad de las montañas mendocinas, con el recuerdo de su infancia italiana.

Ya grande, llega para el maestro la hora de volver a tomar decisiones importantes. Recuerda las palabras de los curas cuando pidió dar un paso al costado en el sacerdocio: “Me dejaron pacientemente libre, hacé lo que quieras, reflexioná, cuando te decidas, volvés”.
Interiormente siente la inclinación de volver al ministerio, pero espera una señal clara de Dios. En sus reflexiones encuentra ese mensaje y a los 65 años, coincidente con su jubilación en la Universidad, Marcelo pide volver al Ministerio, que el entonces obispo Arancibia acepta.
Lo designa al frente de la congregación de los altos valles cordilleranos. Y a los dos años le encargó construir nada menos que una nueva iglesia, en su Valle del Sol. Marcelo lo acepta sin pensarlo dos veces. “Ahora estoy disfrutando de esta linda iglesia y este lindo departamento”, admite hoy. En un resumen de su vida entre bautismos y misas, en un marco andino de inusitada belleza, como en su Italia natal. Como siempre lo soñó.

Marcelo Coltro: maestro de coro, cura y montañista italiano en Mendoza ultima modifica: 2021-04-01T00:18:00-03:00 da Jorge Federico Gómez Riportella

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Cyntia

Llevo en Mendoza poco tiempo y, si bien no lo conozco, mucha gente habla del Maestro Coltro con enorme cariño. Muy interesante es conocer su historia.

Fátima Ramirez

Conozco al padre Marcelo, un tipo con hondura de corazón, fe envuelta entre montañas y un amor tan grande por lo creado, que le devuelve con su canto al Dios Creador.
Le mando un gran abrazo a él y a Ana Voguel quien nos permitió conocerlo y vivir en esa pequeña casita alpina de ensueño. Bendecida Semana Santa.

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