La Iglesia San Vicente Ferrer se encuentra frente a la plaza departamental de Godoy Cruz. Año a año, amantes del turismo religioso y arquitectónico de todo el mundo van a visitarla porque es una iglesia única en su especie. Dentro de Mendoza es el único exponente del estilo neogótico. Además, los detalles artesanales en sus cuadros, vitrales y estructuras de madera la convierten en una sobresaliente muestra de arte religioso. Este edificio, además tiene un gran valor histórico porque en su interior están los restos de Tomás Godoy Cruz, el tropero Pedro Sosa y el padre Pedro Celestino Arce.
La primera Iglesia San Vicente Ferrer
La historia de la Iglesia San Vicente Ferrer comenzó cuando en 1753 Don Tomás de Coria decide levantar un oratorio en honor a San Vicente Ferrer, un domínico español. Originalmente, solo accederían a él Coria y su familia. Sin embargo, en 1805, el oratorio se abre para toda la comunidad y queda erigido como parroquia.
El 20 de marzo de 1861, un terremoto destruyó la provincia de Mendoza casi en su totalidad y la Iglesia no fue la excepción. Una parte importante de la estructura original quedó totalmente destruida. Por eso, a finales del siglo XIX se decide volver a levantar el tempo, esta vez sobre calle Lavalle entre Colón y Perito Moreno, donde se encuentra actualmente.
La Iglesia San Vicente Ferrer hoy
A partir de 1908 empezó a edificarse la iglesia que hoy conocemos. Las obras para su construcción culminaron 9 de mayo de 1812, día en que queda finalmente inaugurada. Uno de los principales impulsores financieros de esta obra fue Antonio Tomba, quien por aquel entonces era un vecino ilustre del departamento.
Durante las décadas subsiguientes hicieron múltiples reformas y optimizaciones en la ornamentación y el atrio. En 1923 se construyeron las graderías y años más tarde, a comienzos de la década del ’80, se añadieron los vitrales que hoy forman parte de la iglesia. Además se repintaron algunos sectores. Ese mismo año, también se hicieron algunas reformas para mejorar la acústica del lugar. Las últimas grandes remodelaciones datan de 2005, cuando se agregó la iluminación exterior. Unos años más tarde, también se reparó el campanario.
La arquitectura neogótica en la Iglesia
La Iglesia tiene un marcado estilo neogótico. Está compuesta por tres naves y un santuario a la Virgen de Lourdes. En su frente se erige una torre con la verticalidad característica que simbólicamente la liga a la idea de la cercanía y la conexión con Dios. Una particularidad de esta iglesia es el típico rosetón, el cual se reemplazó por una ventana coronada por un arco. El interior de la iglesia es bastante menos ostentoso. La carpintería artesanal le da toques singulares, pero sencillos, y toda su ornamentación es austera, no así el uso de los colores. La nave principal está compuesta por bóvedas de crucería y la división entre naves se da a través de arcos ojivales. Sin embargo, el gran atractivo es el Cristo huarpe de madera, una pieza de pieza realizada en el siglo XVIII, que originalmente estaba en la Capilla de Huanacache, en Lavalle.
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