La Mansión Stoppel, una de las casas más enigmáticas de Mendoza

La Mansión Stoppel es una de las construcciones más tradicionales de Mendoza. Ubicada sobre la avenida Emilio Civit, es un ícono del arte mendocina. Además de ser única en su estilo arquitectónico italiano, esta mansión también alberga hoy al Museo Carlos Alonso. Allí, se homenajea permanentemente al emblemático ilustrador nacido en Tunuyán.
La Mansión Stoppel comenzó a construirse en 1910 y fue terminada en 1912, donde vivió su dueño hasta que falleció. Luego, fue sede del Patronato de Menores.
Durante casi 40 años estuvo deshabitada, por eso a su alrededor se tejieron varias historias sobrenaturales. También, fue víctima de varios intentos de usurpación. En esta nota te contamos la historia de esta emblemática casona en el corazón de la ciudad.

Luis Stoppel, el propietario de la mansión

Luis Stoppel fue un comerciante, político y terrateniente. Durante su niñez, vivió frente a la plaza San Martín y luego se mudó a Buenos Aires y Europa. Cuando retornó al país, le encargó al arquitecto genovés Víctor Balbino que construyera en Mendoza su nueva casa.
Por ese entonces, durante los primeros años del siglo XX, Stoppel era un personaje de los más activos de la sociedad mendocina. Durante esos años fue vicecónsul de Chile y también concejal de la Ciudad. Cuando la mansión comenzó a construirse, Stoppel debió colocar la red de agua potable para hacer su casa habitable. Esta zona, que por ese entonces estaba escasamente poblada, se convirtió en una de las mejores para residir en la provincia.
La mansión está a unas cuadras del Parque General San Martín y la célebre avenida Boulogne Sur Mer, lugares imposibles de obviar cuando se visita la provincia.

La Mansión Stoppel y su diseño único

La vivienda se construyó al estilo chalet suizo, pero con notables elementos de ambientación italiana que se ven en varios de los detalles de su interior, como la combinación de juegos visuales con la simetría y la repetición de los colores en la fachada y el piso. El terreno se constituye por 1234 metros cubiertos y 2000 de jardines.
Durante la época de su construcción, fue uno de los edificios más modernos en materia antisísmica. Está estructurado de forma tal que tiene un mampuesto de hormigón y una estructura de hormigón armado, que en su momento le dieron la estabilidad necesaria para resistir varios movimientos telúricos. Sin embargo, en 1977, el terremoto de Caucete, en San Juan, la dejó inhabitable hasta su restauración y puesta en valor.

Las historia de Luisito, el fantasma de la Mansión Stoppel

Tras la muerte de Stoppel, la mansión pasó a formar parte de los bienes del Estado. Allí funcionó el Patronato de Menores hasta 1977. Cuando comenzaron las obras para inaugurar el museo Carlos Alonso, se reactivó el mito de Luisito, el fantasma de la Mansión Stoppel. Durante años, quienes la custodiaban decían que había goteras que no venían de ningún lugar o crujidos de puertas que se abrían y cerraban inexplicablemente. Durante la puesta en marcha del museo, además, las cámaras se prendían y se apagaban. Existen dos versiones sobre Luisito: la primera dice que era un niño que, durante el funcionamiento del patronato, habría sido asesinado accidentalmente por una sobredosis de psicofármacos. La segunda asegura que Luisito era el hijo de una de las mucamas de Stoppel y que murió dentro de la mansión en extrañas circunstancias. Por eso, su alma quedó allí y deambula por la casa.

El Museo Carlos Alonso

En 2002, la mansión fue declarada monumento histórico y cultural de la provincia. El Museo Carlos Alonso abrió sus puertas tras su puesta en valor y restauración el 28 de marzo de 2018. Actualmente ofrece dos espacios con características arquitectónicas muy diferentes dentro de los que se presentan distintas muestras de arte de pintores, ilustradores y escultores locales. Además, los asistentes pueden recorrer la mansión y conocer su historia. El primer espacio de arte incluye la zona de la planta baja y el hall. Allí están varias de las obras de Carlos Alonso. El segundo espacio de arte, donde anteriormente funcionaba la empresa de carruajes de Stoppel, es un lugar que reivindica el rol de la mujer en la escena artística local y por eso alberga exposiciones de reconocidas artistas de la provincia.