La Udinesa, la colonia friulana de General Alvear

La Udinesa fue la colonia friulana que se instaló en Bowen, General Alvear. En 1924 varias familias provenientes de la región de Udine pisaron suelo alvearense después de adquirir algunas parcelas de tierra en la zona. Los inmigrantes friulanos comenzaron a llegar al país a finales del siglo XIX. Esa migración se mantuvo constante hasta el periodo entreguerras. En ese contexto, miles de hectáreas de tierras fértiles que pertenecían a empresas y terratenientes estaban esperando ser trabajadas. En varias zonas de Argentina se requerían italianos provenientes del norte ya que, se decía, eran los mejores para las tareas agrícolas, vitivinícolas y ganaderas. Muchos de ellos se asentaron en General Alvear, pero otros tantos, volvieron a sus lugares de origen o emigraron a otras zonas de la provincia. En esta nota, te contamos la historia de la colonia friulana de Alvear, su auge y su caída.

La Argentina de principios de siglo XX

Durante las primeras dos décadas del siglo XX, Europa quedó devastada. Los países más afectados por la posguerra habían sido principalmente Italia y Alemania. En ese contexto de hambre, enfermedades e incertidumbre, millones de italianos llegaron a nuestro país en busca de un futuro mejor. Los trenes en aquel momento eran el principal medio de transporte de personas y materiales. El Ferrocarril Oeste, inaugurado en 1857 fue el primero que se construyó en territorio argentino. En ese entonces las locomotoras, puentes, implementos sanitarios para las estaciones, y principalmente el carbón eran importados de Gran Bretaña. Por eso, el presidente Juárez Celman vendió a diferentes compañías inglesas las vías troncales del Ferrocarril Andino, el Central Norte y el Ferrocarril Oeste.

Los ferrocarriles y el surgimiento de nuevos pueblos

El ferrocarril estimuló el surgimiento de nuevos poblados en todo el país. En 1912 los ferrocarriles del Pacífico y del Oeste inauguraron sus servicios en el sur provincial. Las diferentes vías comunicarían lo que por entonces era la Colonia Alvear con San Rafael. También, unirían Mendoza con la pampa húmeda, Capital Federal y Bahía Blanca. Las empresas que concesionaban los recorridos del tren, además, tenían grandes negocios inmobiliarios en la zona y solían lotear y vender tierras para los inmigrantes. Fue así como surgieron, alrededor de las vías del Ferrocarril del Oeste, tanto Pueblo Luna como Bowen. Mientras que en las vías del Pacífico, surgieron Barrio San Carlos y El Juncalito. En Bowen, los loteos del Ferrocarril del Oeste se encontraban próximos al actual ingreso al distrito y al paraje La Escandinava.

Los primeros friulanos, los fundadores de la Colonia Udinesa

Romano Augusto De Monte llegó a Bowen acompañado de Amadeo Yob, Calixto Pontelli, Pedro Cargnelutti, Pedro Forgianini, Antonio Ermácora y Francisco Lucardi. El Ferrocarril del Oeste les asignó en venta 100 hectáreas ubicadas entre las calles 21, 22, M y N de Bowen. Aquellas tierras eran campos cubiertos de montes, con terrenos accidentados y de difícil acceso. El esfuerzo por trabajarlas sería grande, pero valdría la pena. Tras arduas horas de trabajo y con la ayuda de bueyes lograron que la zona tuviera canales de riego y fuera habitable. Mientras tanto, el Ferrocarril del Oeste les permitió alojarse en dos vagones. Meses más tarde pudieron construir una nueva vivienda colectiva. Fue en ese momento que la nueva zona productiva comenzó a llamarse la Colonia Udinesa.

Bowen, un distrito multicultural donde los habitantes de la Udinesa encontraron su lugar

Pedro Christophersen, yerno de Diego de Alvear, contrató ingenieros noruegos y franceses para encargarse del trazado y el loteo de la ciudad. Además, se encargaron de proyectar y construir los canales de riego, repartición de agua, puentes y caminos. En 1912 el ingeniero Robert Edward Bowen se encargó de supervisar las obras de la primera estación de Ferrocarril del Oeste en General Alvear. Tanto el pueblo como la estación próxima a él llevan su nombre. Allí, además de los italianos, había otros grupos de inmigrantes. Superando las barreras idiomáticas y políticas, todos se juntaban e iban dándole a la comunidad su identidad característica. Por aquel entonces, a los friulanos se les sumaban inmigrantes provenientes de Ucrania, Suecia, Noruega, Francia, España, Irlanda, la República del Líbano y Arabia Saudita.

La caída de La Udinesa

La década de 1930 fue particularmente hostil para los friulanos de Alvear. El suelo mendocino, pese a los canales de riego, era excesivamente árido. En 1932 la erupción del Descabezado provocó una lluvia de cenizas. Como consecuencia, murió gran parte del ganado y se produjeron grandes daños en los cultivos y materias primas. Por esto, algunas de las familias friulanas abandonaran la región. Al final de la década, solo cuatro de ellas, los De Monte, los Cargnelutti, los Yob, y los Forgiarini decidieron quedarse en General Alvear. En los años venideros se dedicaron principalmente a la agricultura, la vitivinicultura y la elaboración de conservas. Los vinos La Udinesa, así como también las mermeladas y frutas desecadas La Veneciana, eran dos de las marcas que comercializaban estas familias.

El fogolar friulano de Alvear, uno de los más pequeños del mundo

Después de la Segunda Guerra Mundial llegaron a Alvear miembros de las familias friulanas que ya se encontraban en Bowen, como los De Monte y los Rumiz. Todos ellos formaron una pequeña comunidad que siempre trabajó en pos del mejoramiento y la actualización industrial de la región. En 1983, los descendientes de estas familias armaron un fogolar, un refugio y un lugar de pertenencia dentro de la comunidad alvearense. Así, nació el Fogolar Furlan de Bowen. Rápidamente este organismo comenzó a pertenecer L’Ente Friuli nel Mondo, lo que les brindó a los descendientes de los friulanos en Alvear la posibilidad de estar en contacto permanente con la tierra de sus abuelos. Uno de los proyectos de este grupo es restituir el nombre de La Udinesa para así reivindicar al lugar donde todavía hoy están arraigadas las raíces y la cultura friulanas en Bowen.

Autor foto de portada: Crónicas Departamentales