Alfredo Bufano fue un escritor de gran trascendencia en Argentina. Además de dedicarse a las letras, también fue profesor de castellano, literatura y geografía en la Escuela Normal de San Rafael. Además fue enviado a misiones culturales a España y otros países de Europa. Fue miembro de la Academia Argentina de Letras y vicepresidente de la Sociedad Argentina de Escritores. Pese a haber nacido en Italia, Alfredo Bufano amó tanto a Mendoza que si le preguntaban de dónde era él aseguraba que era mendocino y donde sea que fuera pregonaba el amor que tenía por la tierra que lo había visto crecer.
Entre Italia y Guaymallén
Alfredo Rodolfo Bufano nació en la región de Apulia el 21 de agosto de 1895. Era hijo de Leonardo Bufano y de Concepción de Cristo. Con tan solo cinco años se embarcó para Argentina y junto con sus padres se radicó en Guaymallén, donde vivió toda su infancia. Allí, hizo parte de sus estudios primarios en la escuela Dalmacio Vélez Sarsfield pero por la situación de pobreza de su familia tuvo que salir a trabajar con sus padres. Durante esos años fue aprendiz de albañil y carpintero. También acompañó a su padre, talabartero, a recorrer fincas y bodegas para hacer distintos trabajos.
La llegada de Alfredo Bufano a Buenos Aires
Cuando tenía 15 años, Bufano y su familia se instalaron en la ciudad de Buenos Aires. Es allí donde conoce a José Ingenieros y comienza a descubrir su pasión por la literatura. Su situación económica seguía siendo precaria, por eso trabaja como lustrabotas en las avenidas porteñas y vende globos en plazas y parques públicos. A los dieciocho años consiguió empleo en una librería de la calle Carlos Pellegrini. Por aquel entonces, siendo un ávido lector, comienza a descubrir a muchos escritores que posteriormente influenciarán sus obras. Desde esa librería, además, es que comienza a tener contactos con el medio intelectual, artístico y periodístico de Buenos Aires.
Sus primeras obras
A los 20 años, Alfredo Bufano comenzó a publicar sus primeros poemas en El Correo Musical Sudamericano. Posteriormente, también abandonó su empleo en la librería para ser redactor de la revista. Mientras tanto, también colaboró con otras publicaciones de gran difusión como Mundo Argentino y Caras y Caretas. En 1917, año en que contrae matrimonio con la ítalo-argentina Ada Giusti, publicó El Viajero Indeciso, su primer libro y en 1919, Canciones de mi Casa. Ese mismo año también murió su madre y en el libro Misa de Réquiem, expresó su pena por el fallecimiento. Unos años más tarde, se trasladó a Adrogué y allí escribió Poemas de Provincia, en 1922.
La vuelta de Alfredo Bufano a Mendoza
En 1923, tras atravesar varios problemas de salud, Alfredo Bufano volvió con su familia a Mendoza, esta vez a San Rafael. En 1925 editó Poemas de Cuyo y en en 1926, por gestión de Antonio Sagarna, el Ministro de Educación de la Nación de aquel entonces, le asignó las cátedras de Castellano, Literatura y Geografía en la Escuela Normal de San Rafael. Allí ejerció la docencia por más de veinte años y mientras tanto editó otros siete libros entre los que se destaca Valle de la Soledad, gracias al cual obtuvo el Primer Premio de las provincias de Cuyo, y Romancero, Premio Nacional de Letras.
Europa conoce a Bufano
En 1947 dejó de dar clases en San Rafael y se trasladó a Buenos Aires. Allí trabajó en Amigos del libro, una entidad cultural ubicada en la calle Florida. Ese mismo año organizó en España la Exposición del Libro Argentino, por las ciudades de Madrid, Barcelona, Granada y Sevilla. Además, en esta última ciudad dictó conferencias sobre los movimientos literarios en Argentina. En su recorrido por Europa también visitó Francia. Posteriormente, también conoció Marruecos. Ambas experiencias lo inspiraron para escribir otras dos grandes obras Junto a las verdes rías en 1950 y Marruecos, que se editó en 1951, un año después de su muerte.
Un funeral con Borges, otro en San Rafael
Alfredo Bufano falleció en San Rafael el 31 de octubre de 1950. Sus restos fueron llevados en tren a Buenos Aires, se los veló en la Casa del Escritor y posteriormente fueron enterrados en el cementerio de la Chacarita. Allí, una comisión de honor encabezada por Jorge Luis Borges y Manuel Mujica Láinez, presidente y vicepresidente de la Sociedad Argentina de Escritores, acompañó su funeral. También estuvieron presentes Eduardo Mallea, Conrado Nalé Roxlo y Vicente Barbieri. El deseo más profundo de Bufano era ser enterrado en San Rafael y su familia cumplió con su deseo. Por eso, el 6 de diciembre de 1950, sus restos nuevamente fueron enviados a Mendoza y enterrados en la Villa 25 de Mayo de ese departamento sureño.
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El legado de Alfredo Bufano en Argentina, Italia y el mundo
Durante su prolífica carrera Alfredo Bufano editó más de treinta libros entre poemas, cuentos y aforismos. Muchas de sus textos tocaron temas sociales y culturales que no solo afectaban a Mendoza sino al mundo entero. En Elegía a un soldado muerto por la libertad, por ejemplo, Bufano expresa su temor de que haya sido en vano la ofrenda de la vida de un soldado en la Segunda Guerra Mundial y en Jerarquía de la libertad se explaya sobre la importancia de los gobiernos democráticos. Fue Falco Testena, fundador del periódico L’Italia del Popolo, quien tradujo el Martín Fierro al italiano también las obras de Bufano a ese idioma. Además, Pedro de Aratanha y Sidney Thomas tradujeron sus obras al portugués y al inglés, respectivamente.
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